miércoles, 17 de octubre de 2018

Ahora que tú ya no estás

Rozar otras pieles, besar otros labios, perderme en otras fragancias, que ya no son las tuyas… Para así anestesiar el alma, cansada de sentir este dolor que me oprime el pecho. Buscándome en otros ojos, que ya no son los tuyos, tratando de encontrar algo que llene este vacío que dejaste en mi interior.

Camino por la calle, buscándote en cada marquesina, recreándome en cada recuerdo, intentando volver a sentirte de esa manera… mientras que, a la vez, otros brazos me alejan de lo que fuimos, de lo que pudimos ser y me acercan a la realidad de que ya no estás aquí, a ese “pero” que nos separó.

Voy, poco a poco, desgajando los pedazos que quedan de ti en mí, admirándolos y guardándolos cuidadosamente, por si alguna vez pudiera volver a ellos y, quedándome partida en porciones, como un puzle deshecho… intentando rellenar esos huecos con lo que puedo, temporalmente, hasta que pueda llenarlos por mí misma.

Quisiera volver al pasado, pero ¿quién puede? Volver a esos ojos, esos momentos, esas sonrisas, esas caricias, cuando solo éramos tú y yo… Pero solo queda el presente y la certeza de un mañana incierto, en el que lo único seguro es que tú no volverás a despertar a mi lado.

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